El Complejo de Cuchimachay

El sitio más emblemático y principal exponente del Arte Rupestre de estilo naturalista es Cuchimachay en la provincia limeña de Yauyos, estudiado en los años sesenta por Bonavia y Ravines. El abrigo de Cuchimachay se encuentra en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, en la cuenca alta del río Cañete, al pie del nevado Pariacaca, apu tutelar de la sierra de Lima.

Cuchimachay fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación mediante Resolución Viceministerial N° 011-2013-VMPCIC-MC el año 2013. Las pinturas destacan por su monumentalidad y profusión, así como por el particular estilo de los camélidos representados, particularmente por la presencia de hembras gestantes, por lo que pudo tratarse de un lugar de culto en torno a la fertilidad de los camélidos.

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Ubicación

Cuchimachay pertenece al distrito de Tanta, provincia de Yauyos, departamento de Lima. Se localiza en la cordillera occidental, en un depósito de grandes rocas a 4460 msnm, en las cabeceras de la cuenca del río Cañete, entre las lagunas de origen glaciar Escalera y Mullococha. Coordenadas UTM (395698, 8670330).

La cumbre del nevado Pariacaca, que alcanza 5665 msnm, está ubicado a solo 5.8 km de distancia de Cuchimachay, en las inmediaciones se encuentra un tramo particularmente impresionante del camino inca o Qhapaq Ñan. La vegetación de la zona es representada por gramíneas. Tiene una precipitación promedio anual de 800 mm. El clima es frío y subhúmedo.

Las Pinturas Rupestres de Cuchimachay

En las paredes del abrigo de Cuchimachay fueron registrados, según Ravines y Bonavia (1972), aproximadamente 75 motivos figurativos en diferentes tonalidades de rojo, principalmente camélidos silvestres y algunas figuras antropomorfas, las cuales son atribuibles al Arcaico.

Existe un gran rango de tamaño en la configuración de los camélidos (15 cms hasta 160 cms) que destacan, además, por sus características morfológicas. Sus cuerpos voluminosos están en contraste con la delgadez y la longitud de los cuellos y las cabezas diminutas.

En varios de los animales se observa el vientre muy abultado (probablemente hembras preñadas) y en al menos dos de las hembras fue pintado el feto en la cavidad uterina que tiene proyecciones hacia el interior que probablemente representen las vellosidades coriónicas de la placenta.

Esto evidencia un interés marcado de los autores de las pinturas en el detalle anatómico de las hembras y en la gestación como etapa importante en el ciclo de vida del animal.

Por la inclinación y posición estirada de los cuellos y la flexión de las patas delanteras, algunos animales, dan la impresión de estar corriendo, algunos incluso en estampida. Esta posición suelen adoptar los machos de los guanacos y vicuñas cuando se encuentran en alerta.

Las técnicas empleadas en el dibujo de los camélidos son el trazo lineal, la tina plana o la combinación de ambas técnicas. Gran parte de los animales tiene el interior del cuerpo llenado con diferentes diseños, mayormente líneas verticales u oblicuas paralelas rectas u onduladas que imitan el vellón, pero también agrupaciones de puntos o combinaciones de ambas.

Existen asimismo representaciones humanas de tipo lineal, pero de diferentes formas y posiciones. La figura humana juega un papel secundario en la composición. Algunas se concentran alrededor de la hembra preñada. Otras parecen correr detrás de los camélidos.

¿Llamas o vicuñas?

Para Rogger Ravines y Duccio Bonavía (1968), los camélidos de este sitio representarían especies domesticadas, en particular la llama. Puede tratarse de camélidos silvestres (guanacos y vicuñas) en proceso de domesticación, siguiendo la argumentación de Lavallée y Lumbreras (1985).

Los principales indicios que abogan por la naturaleza silvestre de los camélidos de Cuchimachay, son los siguientes:

- Los arqueólogos chilenos Francisco Gallardo y Hugo Yacobaccio (2007) concluyeron que «en camélidos silvestres los cuartos traseros son más grandes que los cuartos delanteros». En Cuchimachay, donde se observa una marcada tendencia hacia la distorsión morfológica, las extremidades traseras de los camélidos frecuentemente superan hasta tres veces en tamaño a las delanteras.

- El dinamismo y las posturas de los camélidos representados (animales en movimiento, varios de ellos corriendo) no concuerda con el modo de figuración de camélidos domesticados de épocas pastoriles, en las que prevalece la posición estática (con las piernas rectas, sin indicar movimiento) de los animales representados (Klarich y Aldenderfer 2001).

- No existe en los paneles de Cuchimachay escena alguna de amamantamiento, un tema recurrente en el arte rupestre agropastoril y ausente en el arte rupestre arcaico.

Significado de las Pinturas

Según John Rick, arqueólogo estadounidense, el arte rupestre del precerámico no fue producido en los campamentos base donde la gente pasó tiempos prolongados dedicados a actividades cotidianas, sino en abrigos rocosos a mayor altura, usados como campamentos de caza. No ve evidencias que los dibujos narren episodios de caza de camélidos. Según él, representan la estructura social de la vicuña y muestran, como ya lo observaron Ravines y Bonavía, la preocupación por la fertilidad de los animales mediante la representación de hembras preñadas.

Lavallée y Lumbreras opinan igual que Ravines y Bonavía que el arte rupestre de Cuchimachay tenía una función mágica-religiosa, estimadas en 5,000 años. Por otro lado se preguntan si la exaltación de la fertilidad del camélido hembra, con la indicación precisa del sexo y de la gravidez, no sería un indicio de que las pinturas sean obras de los pastores incipientes que «llegaron a descubrir y a controlar por primera vez los complejos mecanismos de la reproducción de los animales, de extrema importancia para su subsistencia».

Es difícil saber en qué época del año se produjeron en Cuchimachay las pinturas y los posibles rituales propiciatorios vinculados con ellas. Es probable que haya sido en los últimos meses del año, entre octubre y noviembre, próximo al inicio de los partos de los camélidos o durante la época de lluvias cuando tuvieron lugar los nacimientos de las crías.

El deterioro de las pinturas en el abrigo rocoso de Cuchimachay se debe, tanto a factores naturales (escurrimiento de agua, agua empozada, carbonatación, meteorización por cambios de temperatura, insolación y lluvia) como antrópicos (grafitis).