El caimán negro
El caimán negro o jacaré negro (Melanosuchus niger) es un reptil de la familia Alligatoridae, considerado el mayor depredador en el ecosistema del Amazonas. Es un cazador nocturno, que se apoya en su agudo sentido de la vista y de la audición para encontrar comida. Su condición es vulnerable debido a la caza ilegal y pérdida y fragmentación de su hábitat.
Hábitat del caimán negro
El caimán negro se distribuye en siete países de la cuenca amazónica: el sur de Colombia, Perú, Ecuador, norte de Bolivia y Brasil, en la Guyana, Guayana Francesa. Se encuentra restringido a la cuenca amazónica, por debajo de los 250 metros de altitud.
Habita en aguas tranquilas de grandes ríos, lagos y bosque inundable y pantanos marginales poco profundos. Común en aguas negras aunque también se encuentra en aguas blancas. Los adultos se encuentran en las zonas pantanosas alrededor de los lagos y en el cauce principal de los ríos, mientras que los juveniles usan las praderas de macrófitas acuáticas.
Caraterísticas del caimán negro
Presenta un característico color negro y llegan a medir 6 metros. Como su nombre lo implica, el caimán negro tiene una coloración oscura cuando es adulto. En algunos individuos, la coloración oscura puede parecer casi negra. Tiene bandas grises a marrones en la mandíbula inferior. Los juveniles tienen una coloración más vibrante en comparación con los adultos con bandas prominentes de color blanco a amarillo pálido en los flancos que permanecen presentes hasta bien entrada la edad adulta.
La cabeza es grande y pesada, una ventaja para atrapar presas más grandes. Como todos los animales parecidos a los cocodrilos, los caimanes son criaturas largas y rechonchas, con mandíbulas grandes, colas largas y patas cortas. Tienen una piel gruesa y escamosa, y sus ojos y narices están ubicados en la parte superior de su cabeza, esto les permite ver y respirar mientras el resto de su cuerpo está bajo el agua.
Alimentación del caimán negro
El caimán negro es el depredador más grande del ecosistema amazónico y se alimenta de una variedad de peces, reptiles, aves y mamíferos. Llegan a medir 6 metros, por lo que pueden devorar animales como venados o capibaras, e incluso tapires y otros mamíferos de gran tamaño. Es un depredador generalista y superdepredador, potencialmente capaz de capturar cualquier animal dentro de su rango, incluidos otros depredadores.
Reproducción del caimán negro
Las hembras maduran sexualmente cuando alcanzan los 2 m de longitud total. La reproducción tiene lugar en la estación seca, durante la época de aguas bajas. Prefieren anidar en zonas altas, donde no llega directamente la luz del sol, preferiblemente en bosques inundados o en vegetación flotante. Ahí, las hembras construyen un montículo de nido con una cámara de huevos, protegiendo los huevos de los depredadores.
El periodo de incubación es de dos a tres meses, los nidos tienen entre 35-50 huevos. Las crías forman grupos llamados manadas, custodiados por la presencia de la hembra.
Usos del caimán negro
El caimán negro es cazado para el consumo, los subproductos son usados con fines medicinales y ornamentales. Los huevos también son objeto de comercio. En los últimos años, ha sido capturado para usarlo como carnada para pescar la mota (Calophysus macropterus) en el Trápecio Amazónico y en el medio río Putumayo. En el río Amazonas y medio Putumayo se documentó el tráfico ilegal de caimán negro donde se comercializaba la carne de la parte caudal como pescado seco.
Amenazas del caimán negro
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la especie figura con Información insuficiente a nivel regional y no especifica la cantidad de población. En el Trapecio Amazonico, la caza del caimán negro para usarlo como carnada, puede estar generando una fuerte presión sobre la población.
La caza o sacrificio del caimán negro también tiene lugar como medida preventiva ante algún ataque a seres humanos o bajo el argumento de que estos animales atacan animales domésticos (pollos, cerdos, perros), existiendo una caza dirigida de animales grandes cerca de las comunidades ribereñas.
Otra amenaza importante está relacionada con la pérdida de hábitat a causa de la tala de los árboles y la quema de las riberas para la construcción de puertos y chagras.