Hallazgos de la Civilización Caral

Caral es la cuna de la civilización andina, tan antigua como la Menfis egipcia, y la cultura que floreció en esta ciudad sagrada está considerada la más antigua de América, al menos hasta la fecha. El equipo de arqueólogos peruanos dirigido por Ruth Shady ha desenterrado una serie de hallazgos, entre los cuales, destacan lo siguiente:

Entierros humanos

Muy rara vez se han encontrado entierros humanos en las excavaciones de los edificios en la Ciudad Sagrada de Caral y en los otros asentamientos del valle. Los hallados corresponden a contextos especiales, vinculados con determinados rituales. Los entierros muestran distinciones sociales, en particular, los de niños, que recibieron un tratamiento especial por estatus adscrito, pues ellos no tuvieron edad para obtener por sí mismos su posición social.

En el Edificio Piramidal Mayor de Caral se ha hallado el cadáver de un solo individuo adulto, puesto como parte de un ritual de enterramiento del recinto ceremonial. También se han recuperado cráneos aislados en algunos edificios; ellos habrían sido depositados como ofrendas en determinados eventos constructivos.

Hombre sacrificado: El hombre adulto hallado en el Edificio Piramidal Mayor constituye un caso único; él debió estar vinculado con la importancia de este edificio y con las circunstancias sociales que se dieron, por coincidencia, para su sacrificio. Se han realizado investigaciones, aparte de la arqueológica, en antropología física, fisonomía facial y antropología, que han permitido avanzar en las interpretaciones sobre su rol en la sociedad, su estado de salud, su fisonomía y su muerte.

Sacrificio humano en Caral

Hallado entre una capa de tierra y piedras, depositada para enterrar el recinto ceremonial, en un período de renovación arquitectónica del Edificio Piramidal Mayor. El cuerpo estaba desnudo, con los brazos extendidos y cruzados en la espalda y no llevaba ninguna ofrenda. Entre las conclusiones a las que se ha podido llegar se encuentran:

Sacrificio humano en Caral
  • Salud precaria en su infancia derivada de una dieta baja en hierro. Lactancia materna prolongada.
  • Osteoartritis precoz de la columna dorsal baja y lumbar, patología asociada a un trauma crónico de origen laboral, como la carga de peso excesivo durante un tiempo prolongado.
  • Lesiones en las articulaciones metatarso falángicas de ambos pies (osteocondritis dissecans), patología que se presenta en personas jóvenes que esfuerzan mucho sus articulaciones de manera repetitiva.
  • Existe evidencia suficiente para proponer que este individuo fue sacrificado. Así lo indican los traumas cráneo-encefálicos y la posición trasversal en la cual fue hallado el cadáver, con los brazos cruzados en la espalda.
  • Las condiciones de su columna y pies permiten interpretar que se trató de alguien dedicado al transporte de materiales para la construcción y remodelación de los templos o para el comercio; habría llevado cargas a largas distancias. Es probable que fuera un trabajador proveniente de un grupo étnico foráneo.

Entierros de niños: Sepultaron cuerpos de infantes debajo de algunas paredes o en el piso de las viviendas de élite. Ellos están relacionados con la creencia que la ofrenda humana de un niño aseguraría la perduración del edificio.

Entierro de niños en Caral

Figuras humanas modeladas

En los varios edificios de la Ciudad Sagrada de Caral y Miraya se ha encontrado, en contextos ceremoniales, más de un centenar y medio de figuras modeladas con representaciones humanas, manufacturadas en arcilla no cocida, de 4,7 a 10,5 centímetros de altura.

Figurines de Caral

Estas figuras modeladas, mayormente rotas y con ausencia de algunas piezas, como brazos, piernas o cabeza, formaron parte de rituales relacionados con la renovación de los edificios y la propiciación de fertilidad. Habrían sustituido a los humanos en los sacrificios rituales.

Figurines de Caral

A través de su análisis se viene obteniendo información sobre la vestimenta, tocados y peinados de los personajes representados; se pueden apreciar los estilos diferentes en el atuendo personal, de acuerdo a las distinciones de género, edad y posición social, que revelan la compleja estructura social que caracterizó a la Civilización Caral.

Flautas y Cornetas

En Caral, se han recuperado tres conjuntos musicales, conformados por instrumentos de viento, que ratifican la práctica musical colectiva y la organización compleja en la sociedad de Caral. Las actividades religiosas y sociales incluyeron ejecuciones musicales, a cargo de grupos especializados en esta elaborada expresión artística.

Música en Caral

La música ha sido, desde los albores de la civilización andina, parte fundamental del ceremonial y la religiosidad. Prueba de ello es el hallazgo de 32 flautas depositadas como ofrendas bajo el piso de la plaza circular en la Pirámide del Anfiteatro. Fueron colocadas sobre una piedra cortada y tallada, acompañadas por un canto rodado a un lado y al otro por una figurina humano de barro crudo sin rostro que se deshacía al tacto, todo cubierto por más piedras cortadas talladas.

Flautas y cornetas en Caral

Se les ha clasificado como «flautas tubulares horizontales o traversas», pues son tubos delgados con un orificio central de forma ovalada que hace las veces de boquilla. Sólo en dos casos dicha abertura es rectangular. En la parte inferior de la boca, un triángulo hecho de arcilla cruda sirve de tabique regulador que distribuye el aire entrante hacia ambos extremos.

Música en Caral

Fueron elaboradas usando huesos de ala de pelícano, cubito para las mas delgadas y cortas y húmero para las más grandes y anchas. Las flautas están decoradas con representaciones de monos, aves, serpientes y figuras humanas. Algunas no presentan ningún tipo de decoración.

En otro sector de la misma Pirámide del Anfiteatro se encontró otro juego de 38 instrumentos de viento, posiblemente cornetas hechas con hueso de camélido o venado. Estos no tienen abertura en el tubo y su superficie está decorada con canales horizontales.

El quipu más antiguo del Perú

En el Edificio Piramidal la Galería se recuperó una compleja ofrenda, que tenía entre sus componentes un quipu de antigüedad milenaria. Su uso en tiempos de Caral testimonia un registro codificado, que antecede a los Incas.

Quipu hallado en Caral

El quipu es el tejido de las culturas andinas, que almacena y transmite datos mediante un sistema de notación tridimensional en base a cuerdas y nudos, de varios colores.

El quipu más antiguo del que se tenía registro databa del año 600 d.C., pero el hallazgo en el Edificio Piramidal la Galería de la Ciudad Sagrada de Caral, tiene una antigüedad aproximada entre 2500 - 2000 a.C.



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